miércoles, 13 de marzo de 2013

NOTICIAS - AVANCES


NI LOS COMPUTADORES LO PUEDEN SOLUCIONAR


Existen sueños para los matemáticos y los físicos teóricos imposibles de alcanzar, por lo menos hasta ahora. Los computadores cuánticos capaces de manejar la superposición y el entrelazamiento cuántico.

Los científicos de la universidad de Bristol en el reino unido han desarrollado un algoritmo que ninguno de los computares, aunque este es un problema planteado de forma experimental existen en el mundo real problemas en los que los computadores cuentitos serian de vital ayuda: en las pre-ediciones de comportamiento metereológico son necesarias cantidades de iteraciones que los computadores tradicionales no pueden manejar.

Los computadores tradicionales manejan valores discretos de uno y cero, con una lógica bien conocida en la cual si se tiene un valor no se puede tener el otro, en el bit cuántico un estado puede ser uno o cero o ambos, esta dualidad en el comportamiento hace que las posibles combinaciones aumenten exponencialmente. Esta dualidad también hace posible que los cálculos de un problema tarden segundos, lo que en un computador actual tardaría años.

Para concluir las predicciones de lo que esta tecnología nos ayudaría son muy extensas, pero hasta ahora es solo una teoría, la cual hace falta comprobar.

UN DOMINÓ PARA DOMINAR LA INDOMABLE TRIGONOMETRÍA


Aprender estas identidades trigonométricas es para cualquier estudiante de décimo grado (o para cualquier humilde mortal) un verdadero dolor de cabeza. Basta con preguntarle a los rajados...
Pero, qué tal jugar dominó en clase, mientras se conocen las funciones escuádrales, como se denomina a las relaciones existentes entre los lados de los triángulos? Así aprenden trigonometría desde hace tres años alumnos del Externado Nacional Camilo Torres y del Instituto Ciudad Jardín Norte. El Dominó Trigonométrico que usan fue creado por el profesor Luis Alberto Acosta Rodríguez.

Las reglas de este juego son muy sencillas, puesto que son las mismas del tradicional, la diferencia es que para jugarlo es necesario conocer los valores de tangentes, cotangentes, senos, cosenos, secantes y cosecantes. Para ello, los alumnos se guían por una gráfica. Cada una de las 45 fichas tiene una función y un valor y la idea es colocar los valores y funciones equivalentes juntos.

El ganador es quien ponga primero todas las fichas. Claro que la filosofía del Dominó Trigonométrico es que no existen perdedores, porque todos ganan al obtener conocimientos. Acosta decidió presentar esta propuesta para ayudar a los jóvenes a tener gusto por las matemáticas. Según el grupo de maestros del Club Ema de Una Escuela Docente, centro de investigación de la Universidad de los Andes, al cual pertenece este docente, el conocimiento de las matemáticas tiene mucho que ver con las estrategias que se emplean para enseñarlas. y el juego, según ellos, es un método apropiado.

Los alumnos han experimentado una gran satisfacción cuando están jugando con el Dominó Trigonométrico y manifiestan abiertamente que con esta estrategia de enseñanza se sienten a gusto y aprenden de una manera lógica y consciente estos conocimientos. Con tiza, tablero, texto y cuaderno, únicamente, se olvidan fácilmente, afirma Acosta Rodríguez.


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